El domingo cuando mi nuevo libro fue celebrado y reconocido en la lista de Best Sellers del New York Times, decidí tomarme tiempo para revisar mi vida y mi trabajo para ver qué nuevas lecciones y descubrimientos tenía para aprender.
Hacer inventario de mi vida siempre ha demostrado ser más que fructífero, impulsándome a nuevos niveles de sabiduría espiritual y proveyéndome con lecciones de vida que puedo compartir con ustedes.
A menudo me sorprendo, a veces gratamente y a veces no tanto.
Lo que descubrí el domingo es tan importante, y me abrió tanto los ojos, que quise compartirlo con ustedes, esperando que encuentren algunos dones en ello para sus propias vidas.
La venganza es el motivador que me ha impulsado una y otra vez para ir más allá de lo que jamás imaginé posible para mi.
La venganza me ha tenido trabajando día y noche para convertirme en más de lo que jamás se esperó de mi.
La venganza me impulsó a escribir, enseñar, volver a escribir, y ser una líder en el movimiento de autoayuda.
La venganza y todos los sentimientos oscuros, iracundos e incómodos que van con ella me han convertido en la mujer y el éxito que hoy soy.
(¿Venganza de qué? En resumen, de todas las veces que fui burlada, ignorada, rechazada, despreciada... ¿necesito seguir? Sólo lean cualquiera de mis historias surtidas en mis últimos seis libros).
Aunque otros en mi campo pueden estar motivados por mecanismos ocultos más amorosos, mis motivos no son los que algunos considerarían propios de una "buena persona". Mis éxitos han sido nutridos en muchas maneras por cosas de las que la mayoría de nosotros se avergüenzaría, aunque en mi caso yo he usado mi propia oscuridad una vez más para servir a la totalidad mayor.
Ahora déjenme explicarme.
Cuando vemos a alguien que quiere venganza, usualmente vemos a alguien que se siente herido o traicionado por sus padres, un hermano, una pareja, o la sociedad. Ellos deciden que su dolor los autoriza a herir a otros. De algún modo creen que, hiriendo al que los hirió, se aliviarán de la ira que sienten dentro. Pero no funciona asi.
Su intento de corregir ese daño sólo los lleva más profundamente a los sentimientos de los cuales están huyendo. Raramente se sienten bien, bajando al mismo nivel que su oponente.
Muy a menudo la gente usa su dolor para quedarse pequeños y cerrados. Se les dijo "Eres tonto!", y ellos lo confirman una y otra vez, manteniéndose en complicidad con la misma persona que ha roto su espíritu y autoestima.
Mi necesidad de venganza pudo haberse convertido en comportamientos horribles que lastimaran a otras personas, pero de algún modo supe que esta forma de venganza no funcionaba, quizá porque mi padre era juez, y mientras crecía escuché muchas historias desagradables de cómo la gente con mal comportamiento terminaba en la cárcel. Así que, cuando necesitaba aliviarme de mi pena, recordaba las palabras que había escuchado muchas veces antes, murmuradas a través de la historia. EL ÉXITO ES LA ÚNICA VENGANZA REAL. Es el elixir sanador para cualquier corazón roto o ego magullado. El éxito redime toda pena, y es el mejor bálsamo para las heridas que hemos soportado toda nuestra vida.
Si estás enfadado por las injusticias de tu pasado, únete conmigo en nombre del bien, y demostremos qué equivocados estaban respecto de nosotros. Seamos las más grandiosas expresiones de quienes estábamos supuestos a ser, en lugar de estar atrapados en una vieja herida que nos mantiene viviendo por debajo de nuestro potencial, día tras día.
No te avergüences de tus sentimientos difíciles. En lugar de eso, úsalos para bien de la humanidad. Úsalos para inspirarte a alcanzar la excelencia y hacer de nuestro mundo un sitio mejor. Usa tus emociones oscuras, de ira y de dolor para mejorar tu vida, las vidas de quienes te rodean, y las de las futuras generaciones.
No hay tiempo de aferrarse a las heridas del pasado. Todo lo que podemos hacer es reconocer nuestros sentimientos heridos, furiosos y vengativos, y tomar otra decisión, como "Ya les mostraré... Obsérvenme!".
Esta es la clase de decisión que te llevará a tener una vida que ames. Y creéme, cuando estás actuando a tu máximo nivel, y experimentando la magnificencia de este mundo, ya no te importa lo que hayan podido hacerte o decir de ti, y el perdón se vuelve natural. En cambio, te sientes afortunado por quién y qué eres, y agradecido con Dios por las experiencias difíciles del pasado, que te han traído a donde estás ahora.... viviendo una vida exitosa.
Con amor y bendiciones,
Debbie Ford
Hacer inventario de mi vida siempre ha demostrado ser más que fructífero, impulsándome a nuevos niveles de sabiduría espiritual y proveyéndome con lecciones de vida que puedo compartir con ustedes.
A menudo me sorprendo, a veces gratamente y a veces no tanto.
Lo que descubrí el domingo es tan importante, y me abrió tanto los ojos, que quise compartirlo con ustedes, esperando que encuentren algunos dones en ello para sus propias vidas.
La venganza es el motivador que me ha impulsado una y otra vez para ir más allá de lo que jamás imaginé posible para mi.
La venganza me ha tenido trabajando día y noche para convertirme en más de lo que jamás se esperó de mi.
La venganza me impulsó a escribir, enseñar, volver a escribir, y ser una líder en el movimiento de autoayuda.
La venganza y todos los sentimientos oscuros, iracundos e incómodos que van con ella me han convertido en la mujer y el éxito que hoy soy.
(¿Venganza de qué? En resumen, de todas las veces que fui burlada, ignorada, rechazada, despreciada... ¿necesito seguir? Sólo lean cualquiera de mis historias surtidas en mis últimos seis libros).
Aunque otros en mi campo pueden estar motivados por mecanismos ocultos más amorosos, mis motivos no son los que algunos considerarían propios de una "buena persona". Mis éxitos han sido nutridos en muchas maneras por cosas de las que la mayoría de nosotros se avergüenzaría, aunque en mi caso yo he usado mi propia oscuridad una vez más para servir a la totalidad mayor.
Ahora déjenme explicarme.

Su intento de corregir ese daño sólo los lleva más profundamente a los sentimientos de los cuales están huyendo. Raramente se sienten bien, bajando al mismo nivel que su oponente.
Muy a menudo la gente usa su dolor para quedarse pequeños y cerrados. Se les dijo "Eres tonto!", y ellos lo confirman una y otra vez, manteniéndose en complicidad con la misma persona que ha roto su espíritu y autoestima.
Mi necesidad de venganza pudo haberse convertido en comportamientos horribles que lastimaran a otras personas, pero de algún modo supe que esta forma de venganza no funcionaba, quizá porque mi padre era juez, y mientras crecía escuché muchas historias desagradables de cómo la gente con mal comportamiento terminaba en la cárcel. Así que, cuando necesitaba aliviarme de mi pena, recordaba las palabras que había escuchado muchas veces antes, murmuradas a través de la historia. EL ÉXITO ES LA ÚNICA VENGANZA REAL. Es el elixir sanador para cualquier corazón roto o ego magullado. El éxito redime toda pena, y es el mejor bálsamo para las heridas que hemos soportado toda nuestra vida.

No te avergüences de tus sentimientos difíciles. En lugar de eso, úsalos para bien de la humanidad. Úsalos para inspirarte a alcanzar la excelencia y hacer de nuestro mundo un sitio mejor. Usa tus emociones oscuras, de ira y de dolor para mejorar tu vida, las vidas de quienes te rodean, y las de las futuras generaciones.
No hay tiempo de aferrarse a las heridas del pasado. Todo lo que podemos hacer es reconocer nuestros sentimientos heridos, furiosos y vengativos, y tomar otra decisión, como "Ya les mostraré... Obsérvenme!".
Esta es la clase de decisión que te llevará a tener una vida que ames. Y creéme, cuando estás actuando a tu máximo nivel, y experimentando la magnificencia de este mundo, ya no te importa lo que hayan podido hacerte o decir de ti, y el perdón se vuelve natural. En cambio, te sientes afortunado por quién y qué eres, y agradecido con Dios por las experiencias difíciles del pasado, que te han traído a donde estás ahora.... viviendo una vida exitosa.
Con amor y bendiciones,
Debbie Ford
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