Yo he estado allí, se lo que se siente al ver que el panorama no cambia, se lo que se siente tener la sensación de no poder mas y querer dejar todo de una vez por todas.
Y es que en más de alguna ocasión he tenido esa interrogante en mi vida: ¿Me rindo? ó ¿Sigo Luchando?, es obvia la respuesta que he elegido, pero eso no significa que no haya sentido en algún momento el amargo sabor de la derrota o del fracaso.
Y es que tenemos que entender una cosa: Podemos perder batallas, pero jamás una guerra. Y es que a veces pensamos que de esa no saldremos, vemos tan enorme el desierto que pensamos que moriremos en el. Creemos que esa batalla es la ultima y terminaremos aniquilados, cuando en realidad lo nuestro no es una batalla, sino un guerra la cual aun no hemos perdido.
No estés pensando más en esa mala decisión de rendirte, ¡No!, jamás ese pensamiento de derrota total vendrá de parte de Dios, porque Dios no te ve como un derrotado, ni como un fracasado, Él te ve como un VICTORIOSO, como un VENCEDOR, como alguien con la capacidad de poder soportar todo lo que está viviendo, porque Dios jamás pondría sobre tu vida una carga que no puedas soportar.
Atentamente, David Torres
Te gusto? encuentra mas acá:
http://desayunosanonatural.blogspot.com ←solo da click
---
0 comentarios:
Publicar un comentario